viernes, 15 de agosto de 2008

Manifiesto contra la ley de migración europea

Señores gobernantes y parlamentarios europeos.

Algunos de nuestros antepasados, pocos, muchos o todos, vinieron de Europa.El mundo entero recibió con generosidad a los trabajadores de la Europa migrante.Ahora, una nueva ley europea, dictada por la naciente crisis económica, castiga como crimen la libre circulación de las personas, que es un derecho consagrado por la legislación internacional desde hace ya unos cuantos años.
Esto nada tiene de raro, porque desde siempre los trabajadores extranjeros son los chivos emisarios de las crisis de un sistema que los usa mientras los necesita y luego los arroja al tarro de la basura.


Nada tiene de raro, pero mucho tiene de infame.

La amnesia, nada inocente, impide que Europa recuerde que no sería Europa sin la mano de obra barata venida de afuera y sin los servicios que el mundo entero le ha prestado: Europa no sería Europa sin la matanza de los indígenas de las Américas y sin la esclavitud de los hijos del África, por poner sólo un par de ejemplos de esos olvidos.

Europa debería pedir perdón al mundo, o por lo menos darle las gracias, en lugar de consagrar por ley la cacería y el castigo de los trabajadores que a su suelo llegan corridos por el hambre y las guerrasque los amos del mundo les regalan.

Desde el continente americano, julio de 2008,
Atentamente.

La realidad de la guerra

En el marco de los Olímpicos de Beijing, las ironías de la vida se hacen latentes cuando por encima de la maltratada política internacional, de los intereses nacionalistas y de los acuerdos endebles entre las naciones; somos testigos del abrazo de dos deportistas que evoca el sentimiento mas profundo de hermandad.
Natalia Paderina y Nino Salukvadze son tiradoras de categoría olimpica, de Rusia y Georgia respectivamente, estas dos jóvenes son hoy una motivo mas para la defensa dde los derechos humanos, por encima de los grandes intereses económicos y políticos.
Y es que esta es la verdadera guerra, la que olvida, excluye, invisibiliza a la madre, al padre, al joven, al hombre, al niño, al ser humano, es esta parte de la guerra la que no captamos, la que disimulamos con nuestra indiferencia. Pero son este tipo de actos, los que nos devuelven a la tierra, los que nos recuerdan que tan humanos somos y que tan crueles podemos llegar a ser.
Un homenaje pequeño para estas dos mujeres que nos dieron una leccion de honor y fraternidad.

viernes, 8 de agosto de 2008

El niño cinco mil millones

Mario Benedetti


En un día del año 1987 nació el niño Cinco Mil Millones. Vino sin etiqueta, así que podía ser negro, blanco, amarillo, etc. Muchos países, en ese día eligieron al azar un niño Cinco Mil Millones para homenajearlo y hasta para filmarlo y grabar su primer llanto.

Sin embargo, el verdadero niño Cinco Mil Millones no fue homenajeado ni filmado ni acaso tuvo energías para su primer llanto. Mucho antes de nacer ya tenía hambre. Un hambre atroz. Un hambre vieja. Cuando por fin movió sus dedos, éstos tocaron tierra seca. Cuarteada y seca. Tierra con grietas y esqueletos de perros o de camellos o de vacas. También con el esqueleto del niño 4.999.999.999.

El verdadero niño Cinco Mil Millones tenía hambre y sed, pero su madre tenía más hambre y más sed y sus pechos oscuros eran como tierra exahusta. Junto a ella, el abuelo del niño tenía hambre y sed más antiguas aún y ya no encontraba en si mismo ganas de pensar o creer.

Una semana después el niño Cinco Mil Millones era un minúsculo esqueleto y en consecuencia disminuyó en algo el horrible riesgo de que el planeta llegara a estar superpoblado.