En el marco de los Olímpicos de Beijing, las ironías de la vida se hacen latentes cuando por encima de la maltratada política internacional, de los intereses nacionalistas y de los acuerdos endebles entre las naciones; somos testigos del abrazo de dos deportistas que evoca el sentimiento mas profundo de hermandad.
Natalia Paderina y Nino Salukvadze son tiradoras de categoría olimpica, de Rusia y Georgia respectivamente, estas dos jóvenes son hoy una motivo mas para la defensa dde los derechos humanos, por encima de los grandes intereses económicos y políticos.
Y es que esta es la verdadera guerra, la que olvida, excluye, invisibiliza a la madre, al padre, al joven, al hombre, al niño, al ser humano, es esta parte de la guerra la que no captamos, la que disimulamos con nuestra indiferencia. Pero son este tipo de actos, los que nos devuelven a la tierra, los que nos recuerdan que tan humanos somos y que tan crueles podemos llegar a ser.
Un homenaje pequeño para estas dos mujeres que nos dieron una leccion de honor y fraternidad.
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